Ecología y ambiente en la sociedad posmoderna

La ecología y el ambiente demandan una conciencia intuitiva de unidad y cooperación mutua para garantizar la supervivencia.

 

La palabra ecología empieza a ser familiar  fuera de los círculos científicos, debido a que la intervención humana en los procesos naturales empieza a tener efectos tan inesperados, tan dramáticos y desastrosos, como para ameritar ser noticias de primer orden en los medios de comunicación.

Al respecto Emery y Trist[1] mencionan que, a través de estas difíciles lecciones, el ser humano de la era industrial comienza a aprender nuevamente lo que el ser humano de la era agrícola aprendió hace muchos años—que él es solamente una entre muchas especies, cuya continuidad de existencia depende no sólo o primariamente en la competencia por la supervivencia, sino en más complejos sistemas de cooperación y de soporte mutuo.

Los ecólogos tienen un punto de vista característico. Ellos analizan el patrón total o la red de relaciones de vida en un ambiente determinado, considerando que este constituye un sistema.

Cuando ellos observan poblaciones de una especie u otra, creciendo o reduciéndose, oscilando o permaneciendo constantes, ellos asumen que el orden que hace que el patrón sea reconocido es debido a las mutuas influencias que cada población ejerce, directa o indirectamente, en las otras y todas ellas en el ambiente físico común.

Esta red de relaciones es lo que se necesita entender, y la más segura suposición que se puede hacer es que ésta es realmente una red, no un mero enredo de cadenas causales, sino un campo en el cual múltiples y mutuas influencias están constantemente en acción.

El sistema que estudian los ecólogos está compuesto de muchos subsistemas. Cada población, cada grupo, cada individuo está, en diferente grado, organizado como un sistema. La atención que se ponga a uno u otro de estos subsistemas componentes, lo ubica en el rol central convirtiendo al resto de subsistemas en el ambiente del mismo.

¿Qué es la ecología?

La Ecología es una disciplina que ha ido evolucionando, desde la Ecología General y la Ecología Biológica, en sus inicios, hasta las diversas ramas que han surgido posteriormente en el ámbito académico.

Una de las primeras ramas especializadas de la Ecología fue la Ecología Humana; posteriormente, surgieron la Ecología Cultural, la Ecología Antropológica, la Ecología Social, hasta disciplinas más recientes como la Ecología Industrial y la Ecología Organizacional.

¿Qué es el ambiente?

El desarrollo de estas disciplinas ha ido aparejado con la evolución del concepto «ambiente». En sus inicios el ambiente hacía alusión al ámbito físico que circundaba a ciertos organismos, de allí el nombre de «medio ambiente», haciendo referencia al «medio», al ambiente físico, pues de otra manera sería redundante.

En años posteriores, enfoques más integrales han llevado a un mayor desarrollo del concepto, llegando a incluir al ser humano, a la sociedad, a la cultura, y otros dominios.

Las próximas décadas van a ser testigos de los intentos de los seres humanos para crear formas sociales y modos de vida adaptados a los ambientes turbulentos de la sociedad posmoderna. Sin embargo, los seres humanos no están limitados simplemente a adaptarse a un ambiente determinado.

En la medida en que entendamos las leyes que gobiernan nuestro ambiente podemos también modificar las condiciones del mismo.

Ahora bien, según lo refiere Odum[2] , si la complejidad del conocimiento humano que se ha desarrollado en el siglo XX va a ser entendido y bien usado, se requiere conceptos unificantes para consolidar el entendimiento de los sistemas que conforman nuestro ambiente. Debido a que la organización y dinámica de los sistemas sociales, biológicos y físicos, difieren profundamente y, a menudo adquieren puntos de vista y métodos distintos.

Es así como un enfoque verdaderamente holístico del ambiente humano puede ser generado solamente, a través de la integración interdisciplinaria de los aspectos pertinentes de las ciencias sociales y naturales.

Ramas de la ecología

La Ecología ya no está restringida al estudio de los seres vivos y su ambiente en el nivel de la biosfera; con el avance de la ciencia y las conquistas espaciales, cada día va ganando un mayor sitial una disciplina del conocimiento como la Cosmobiología, la cual no es sino una ecología cósmica, es decir una ecología que abarca el ámbito del universo.

Esto está llevando a incorporar variables que antes fueron ajenas al análisis de la realidad ambiental, las cuales provienen del amplio campo de las ciencias espaciales, incluyendo aspectos de la cosmología, la astronomía estelar y galáctica, la astrofísica, la astrobiología y la cosmoquímica.[3]

El ambiente y la astrobiología

La astrobiología, disciplina que está siendo desarrollada por la NASA, es definida en el documento citado, como el campo que incluye

«la investigación del entendimiento de la naturaleza y distribución de los ambientes habitables en el universo; explorando ambientes habitables pasados y presentes, química prebiótica, y signos de vida en nuestro sistema solar. Entendiendo cómo la vida emerge de los precursores cósmicos y planetarios; entendiendo cómo la vida anterior sobre la Tierra interactuó con sus ambientes planetarios y solares; entendiendo los mecanismos evolutivos y los límites ambientales de la vida; entendiendo los principios que moldearán el futuro de la vida, tanto sobre la Tierra y más allá; y determinando cómo reconocer evidencias de vida en otros mundos y en los comienzos de la Tierra. Estos avances nos permiten a su vez, el desarrollo de un nuevo enfoque acerca de la vida y del ser humano en el universo».

La NASA

¿Cuál es la diferencia entre ecología y ambiente?

La nueva visión de la realidad es una visión ecológica, en el sentido de que va mas allá de una preocupación por la protección ambiental. Para enfatizar este significado más profundo de la ecología, filósofos y científicos han empezado a hacer una distinción entre «ecología profunda» y «ambientalismo superficial».

Sobre estos términos, Sessions[4] manifiesta que, mientras que el «ambientalismo superficial» se ocupa de un más eficiente control y manejo del ambiente natural para el beneficio del ser humano, la «ecología profunda» reconoce que el balance ecológico requerirá profundos cambios en nuestra percepción del rol de los seres humanos en el ecosistema planetario. Resumidamente, se puede decir que requerirá una nueva base filosófica.

La ecología profunda tiene su base en la ciencia moderna, y en particular en la teoría de sistemas. Sin embargo, tiene sus raíces en una percepción de la realidad que va más allá de la estructura científica hacia una conciencia intuitiva de la unidad de todo lo que existe.

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