Las 4 Búsquedas de la Felicidad en el 2022

Mujer practica yoga sobre manta en busca de la felicidad

La actitud que tengas frente al placer, la riqueza, las virtudes y la espiritualidad pueden conducirte o no a la felicidad.

Por: María Lucelly Duque Gómez
Psicóloga, Terapeuta y líder del taller “El Despertar de Mi Alma”

 

En algún momento de tu vida te habrás preguntado ¿cuál sería la mejor dirección para alcanzar la felicidad?. Preguntas como éstas se las están haciendo millones de personas en el mundo. Por eso resulta interesante determinar ¿Qué es lo que está buscando todo ser humano? ¿qué es lo que pide a gritos y por lo cuál está orando?.

La respuesta es una sola: todos al igual que tu buscan la felicidad, aunque lo hagan de diferentes maneras. Nos movemos entre la búsqueda del placer, de la riqueza, de las virtudes y de la espiritualidad. Un desequilibrio en estas búsquedas con carencia o exceso, nos traerá decepción e insatisfacción; mientras que un equilibrio en las mismas, nos permitirá experimentar la felicidad o la Bienaventuranza.

La filosofía hindú describe cuatro búsquedas comunes que hacen todo los seres humanos para alcanzar la felicidad: seguridad, placer, acción correcta y búsqueda espiritual.

En sánscrito, estas búsquedas son descritas como purushartas (purusha- objetivo) y se les conoce como: artha, kama, dharma y moksa. Me imagino que estos términos son desconocidos para ti. Por eso te invito a que los ampliemos porque son cuatro búsquedas de la felicidad que no te puedes perder.

Las 4 búsquedas de la felicidad

Seguro te preguntarás que son estas búsquedas, purushartas o purusha-objetivo y porqué tu felicidad depende de ellas. La respuesta las explico en estas próximas líneas.

  • Artha: representa todas las formas de seguridad en la vida, búsqueda de dinero, comida, techo, ropa, éxito, familia, adquisición de bienes materiales.

  • Kama:  son las diferentes formas de recibir placer, sexualidad, deleite en todas las formas, a través de los órganos de los sentidos. 
  • Dharma: significa la ley que rige el universo y que se manifiesta también a nivel individual y colectivo, práctica de virtudes, camino de la justicia, camino correcto, conocimiento de lo que se considera decente o apropiado, el deber y la honestidad.
  • Moksha: es la aspiración espiritual, el anhelo íntimo del alma de reencontrarse con el ser, la emancipación de todo aquello que nos ata y nos impide ser libres. La autorrealización.

Estas cuatro búsquedas son válidas y dentro del desarrollo evolutivo del ser humano, una tendrá más fuerza que otra. Así, en nuestra infancia, lo que nos interesa es la seguridad, en la adolescencia nos interesa el placer, en nuestra etapa de adulto nos interesa cumplir el deber y hacer lo correcto y, luego en nuestra edad madura queremos buscar la espiritualidad.

La meditación en la imagen cortesía de René Rauschenberger

La felicidad es integral

En el trascurrir de la vida, nos damos cuenta que ninguno de estos caminos funciona por separado y mucho menos nos da la felicidad o Bienaventuranza. Entonces es cuando sentimos que es necesario integrarlos.

En este proceso de integración, los caminos se convierten en dimensiones de la vida. En estos espacios tu único objetivo será expresar tu propia naturaleza de Bienaventuranza que creías haber perdido y estabas buscando afuera. 

Cuando los caminos se convierten en dimensiones de la vida, no esperes a que ellos te conduzcan a una meta a alcanzar en el futuro, sino que serán un transcurrir por ellos en un continuo presente.

En la imagen cortesía de Pexels muestra cómo el presente es el camino

Las 4 metas (Purusharthas) de la felicidad

Los Vedas clasifican todas las metas del ser humano en cuatro categorías fundamentales. Estas cuatro metas son conocidas con el nombre de Puruṣa̅rthas y son las siguientes: Dharma que es la ética; artha es la seguridad; Kama, es decir, el placer y; moksa ó la libertad.

Dichas metas humanas básicas pueden ser subdivididas en dos grupos. El primer grupo, compartido con todos los seres vivos, consiste en la búsqueda de la seguridad (artha) y el placer (ka̅ma). En el segundo grupo, único en los seres humanos, consiste en el esfuerzo conforme a la ética (dharma), y la búsqueda de la liberación (mokṣa).

El Artha y la supervivencia

Tal como lo he venido explicando, Artha representa todas las formas de seguridad en la vida y es una de las dos búsquedas que los seres humanos comparten con otros seres vivos. Todo ser vivo busca la seguridad en una forma apropiada, según sea dicho ser vivo. El perro entierra el hueso, la aveja llena el panel de miel y la ardilla acumula bellotas.

Todos los animales poseen un sentido de inseguridad y quieren estar seguros. Sin embargo, su actitud y comportamiento están controlados por un “programa” auto integrado y su sentido de seguridad está contenido.

Por otro lado, para los seres humanos, no hay un final para el anhelo de la seguridad en la forma de riqueza, poder, influencia y fama. Independientemente de cuanto se acumule la inseguridad continua. 

El Ka̅ma y los placeres

Ka̅ma representa las diferentes formas de placer sensual. Todos los seres vivos buscan lo placentero, a través de los órganos de los sentidos de que disponen. Buscan lo que están programados para disfrutar directamente y de forma simple.

 La búsqueda de placer para el ser humano es más compleja. Los deseos instintivos se hacen más complejos por la habilidad de considerar una amplia gama de deseos personales.

Cada persona vive en su propio mundo privado, en su mundo subjetivo de gustos y aversiones. Los valores subjetivos no permanecen iguales. Cuando los valores cambian, los gustos y aversiones también lo hacen.

Los gustos y aversiones dictaminan los placeres que se buscan y los que se evitan o rechazan. Todos los seres humanos se esfuerzan para obtener lo placentero y evitar lo desagradable.

Puesto que el esfuerzo por la seguridad y el placer no está controlado de forma instintiva, sino que es guiada por valores personales, se hace necesario para las sociedades humanas mantener un sistema de normas que sea independiente de los valores subjetivos de cualquier individuo.

El Dharma y las normas éticas de la felicidad

Han de existir normas que controlen las diversas acciones ya que todo ser humano tiene la facultad de elegir.  No sólo las metas elegidas han de ser permisibles, sino los medios para conseguir las metas también han de adecuarse a ciertos valores.

La ética es conocida como este conjunto especial de valores que controlan la elección individual de las acciones. Para ser ético no es necesario ser religioso. Las normas éticas que precisan los medios correctos e incorrectos para conseguir la seguridad y el placer están basadas en el sentido común. Sin embargo, existe otro grupo de deberes éticos que tienen una naturaleza religiosa. La ética religiosa confirma el sentido común y añade algunos principios más.

La ética religiosa se conoce como dharma. Está ética religiosa que se encuentra en los Vedas confirma las normas de sentido común, precisa más normas religiosas sobre lo que debemos y no debemos hacer y añade el concepto de mérito (puṇya) y demérito (pa̅pa). Puṇya y pa̅pa son los resultados producidos por acciones apropiadas e incorrectas en esta vida o en las sucesivas.

De acuerdo al dharma, la acción humana tiene un resultado desconocido y no visible, así como un resultado tangible e inmediato. El resultado no visible o desconocido de la acción se acumula bajo la cuenta del hacedor de la acción en forma sutil y, con el tiempo, fructificará, de forma tangible como una experiencia agradable o desagradable. El resultado sutil de una acción apropiada (puṇya) fructifica como placer. El resultado sutil de una acción impropia (pa̅pa) fructifica como dolor.

Dharma ocupa el primer lugar en los Puruṣa̅rthas debido a que el esfuerzo por la seguridad y la búsqueda del placer debe estar gobernado por las normas éticas. Artha, la búsqueda de la seguridad, ocupa el segundo lugar puesto que el deseo de vivir es el principal deseo de todos. Sin embargo, la mera supervivencia no es suficiente para el ser humano ya que este desea ser feliz y buscar los placeres. De este modo, ka̅ma es el tercer Puruṣa̅rthas.

Mokṣa y la liberación consciente

El ultimo Puruṣa̅rthas es la meta de la liberación, mokṣa. Mokṣa está listado como el último Puruṣa̅rthas, porque se convierte en una búsqueda directa solamente cuando se han analizado las limitaciones inherentes en los tres primeros objetivos.

Tanto mokṣa, como dharma son búsquedas peculiares que no son compartidas con otros seres vivos. Incluso en los seres humanos, la liberación es un asunto consciente de sólo algunos pocos.  Estos pocos reconocen que lo que quieren no es más seguridad o más placer sino la libertad en sí misma, libertad de todos los deseos.

Cuando una persona madura analiza sus experiencias descubre que detrás de sus búsquedas dharmicas de la seguridad y el placer, las cuales son dirigidas por la ética, existe un deseo básico de ser libre de toda insuficiencia, de ser libre de la incompletitud en sí misma, un deseo básico que cualquier cantidad de dharma, artha o ka̅ma no pueden satisfacer.

Los Vedas están divididos en dos secciones. La primera sección, conocida como karma-ka̅ṇḍa, trata del dharma, artha y ka̅ma. Todas las acciones descritas en esta sección se relacionan con el cumplimiento de estos tres primeros Puruṣa̅rthas. Esta sección es muy voluminosa ya que trata con los deseos humanos y las acciones que son necesarias para cumplirlos.

La segunda sección de los Vedas, jña̅na-ka̅ṇḍa, contiene las Upanisads. Es una sección pequeña ya que su temática trata de un único deseo: mokṣa (la liberación). El cumplimiento de este deseo no se realiza a través de acciones, que son muchas y variadas, sino a través del conocimiento mismo. La obtención de este conocimiento es la ganancia del objetivo final.

Cuando lo que se busca en la vida es libertad sobre las limitaciones, la misma revelación y descubrimiento de la naturaleza del uno mismo es el fin. No se requiere acciones o prácticas para implementar este descubrimiento. Puesto que este conocimiento está en la última sección de los Vedas, también se conoce como Veda̅nta, que significa la parte final de los Vedas.


Por Swamini Pramananda Saraswati y Sri Dhira Chaitanya

Traducido por Oscar Montero.

El Artículo “Los cuatro Puruṣa̅rthas” está incluido en el libro “Pu̅rṇa Vydya̅, Vedic Herirage Teaching Programme”

Tomado de la Web

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